Independientemente de qué, por qué y hacia dónde dirijas, tú, como líder, eres directamente responsable del compromiso de quienes te siguen.
Ya sea que dirijas una familia, una clase o una empresa, el liderazgo significa inspirar a otros para lograr ciertos resultados. Y depende de ti decidir si lideras de manera positiva, o negativa y si eliges enfocarte en el compromiso o simplemente en la producción, generando sensación de competencia interna.
Jefe y Líder no son conceptos iguales. El primero tiene la autoridad y el poder, pero el líder también tiene el respeto de los que le siguen.
Mejorar tu liderazgo comienza con un enfoque en mejorar aquello en lo que ya eres bueno.
El liderazgo, en lo emocional, a menudo puede ser una gran confianza y autoestima a partes iguales y preocupación si lo estás haciendo bien mientras buscas continuamente respuestas. Ya sea que seas un líder en un entorno organizacional o tengas una gran influencia en alguna otra capacidad, mejorar tu liderazgo comienza con un enfoque en mejorar aquello en lo que ya eres bueno.
A eso lo llamaríamos liderar con tus fortalezas: las cosas que te resultan naturales y que te ayudan a tener éxito a diario. Cuando aplicas intencionalmente tus fortalezas y habilidades como líder, es cuando tu vida y las vidas de aquellos a quienes diriges comienzan a cambiar.
Este artículo te proporcionará nuevas formas de pensar sobre tu rol o posición como líder. La mejora legítima comienza con la negativa a adscribirse a soluciones únicas para todos.
¿Qué es el liderazgo?
Mejorar el liderazgo es una idea que puede ser difícil de comprender de manera táctica o práctica.
El primer paso para mejorarlo es definirlo. Puedes encontrar online multitud de definiciones de liderazgo. A nosotros, la que más nos gusta es esta:
El liderazgo es la función que ocupa una persona que se distingue del resto y es capaz de tomar decisiones acertadas para el grupo, equipo u organización que preceda, inspirando al resto de los que participan de ese grupo a alcanzar una meta común.
Imagínate esto: un mundo en el que cada líder supiera qué objetivos quiere alcanzar, sabe cómo hacer que sus seguidores trabajen para alcanzar ese objetivo y sepa cómo usar sus fortalezas para llegar allí. El mundo sería un lugar muy diferente, ¿no?
El estilo de liderazgo efectivo tiene mucho que ver con la motivación, así como inspirar, alinear y luego activar, pero no termina ahí.
Una clave para un liderazgo eficaz es la capacidad de definir los resultados, y luego ayudar a las personas a poner en práctica sus talentos para llegar allí. Los mejores líderes conocen a su gente y son más conscientes de las fortalezas de esa gente que de sus debilidades. Los grandes líderes no están ciegos a sus propias debilidades o las de los demás; simplemente saben que su ventaja competitiva se encuentra dentro de sus puntos fuertes. Dejan de lado sus desventajas para centrarse en aquello que saben que destacan.
Pongamos esto en perspectiva.
Considera al dueño de una panadería. Llamémoslo Jose. Cuando Jose estaba en la escuela de cocina, quería abrir un restaurante, pero hubo un problema. Era terrible cocinando. Quemó cada plato de pasta y secó cada entrada de pollo. Sin embargo, cuando se trataba del arte de hornear, sobresalía, nadie era mejor.
Jose también tenía una habilidad natural para el liderazgo, a menudo involucrando a otros estudiantes en sus proyectos y ayudándolos a aprender a través de su experiencia, ya sea que se tratara de personas o pasteles, sabía lo que estaba haciendo.
Y aún mejor, sabía que lo que había deseado originalmente había cambiado.
Ahora, sus amigos y familiares querían que Jose siguiera su sueño original. Sus profesores le ofrecieron clases de cocina adicionales porque sabían que podía mejorar. Sus compañeros le dijeron que trabajara más duro, diciendo: «Jose, sabemos que eres bueno para hornear. Eres el mejor, pero olvídalo. Tu sueño es cocinar. Solo dedica más tiempo a eso».
Pero él no escuchó. Jose abrió su propia panadería, contrató personal de tiempo completo e hizo crecer un negocio exitoso.
Desde la perspectiva de un extraño, era fácil ver lo que Jose debería hacer.
El consejo del círculo íntimo de Jose no fue muy bueno. Sus intenciones lo eran, pero estaban ignorando la excelencia natural y enfatizando la debilidad con la esperanza de la mediocridad.
Es el tipo de consejo del que los líderes son presa frecuente. «Pasa la mayor parte de su tiempo desarrollando sus debilidades para convertirse en un líder más fuerte», cuando en realidad podrías reconocer esas debilidades pero usar tus fortalezas para compensarlas.
No centrarse en las debilidades y centrarse en las fortalezas es contracultural, pero los mejores líderes lo hacen. Están dispuestos a desviarse de la forma en que siempre se han hecho las cosas y estar abiertos a mejores formas de tener éxito.
Definición de roles y expectativas de liderazgo
Tener expectativas claras en tu papel como líder es vital para el éxito. La mayoría de las veces, la comprensión de tu función y las expectativas que conlleva comienzan con la decisión de qué resultados u objetivos deben alcanzarse. Ya sea que los definas tú mismo o que una organización los defina por ti, deben ser claros, manejables y bien comunicados.
Cuando los líderes carecen de expectativas claras para sus propios roles y resultados, puede crear una falta de confianza entre sus seguidores. Pueden parecer incompetentes y perder la aceptación de los miembros de su equipo.
Piensa en cualquier líder con el que hayas tenido una experiencia personal. Si le preguntas, «¿Cuál se supone que es el resultado de esto?» o «¿Cuál es el propósito?» y contestaron: «No sé», habría un problema aparente con la forma en que cumplen con los deberes de su función.
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