Un ambiente de trabajo negativo puede conducir a una disminución del rendimiento y una baja moral de los empleados. A la larga, puede dañar la reputación de la empresa y afectar su capacidad para atraer talento. Los empleados que dejaron sus trabajos debido a la mala cultura de la empresa pueden haber costado a las organizaciones miles de millones en los últimos cinco años. Sin embargo, el costo real de la negatividad en el lugar de trabajo es mucho mayor.
La negatividad en el lugar de trabajo perjudica su resultado final
Alrededor de un tercio de los empleados dicen que sus gerentes no fomentan una cultura de comunicación abierta. Aproximadamente una cuarta parte no se siente respetada ni valorada en el trabajo. La mala gestión, los chismes, los conflictos en el lugar de trabajo y otros factores pueden afectar la moral y el compromiso de los empleados. Con el tiempo, estos problemas pueden generar un ambiente de trabajo tóxico y dañar los resultados de su empresa.
Las acciones negativas pueden producir contagio rápidamente de persona a persona y afectar a todos en la organización. Si no se abordan, pueden disminuir el rendimiento laboral hasta en un 30 por ciento.
Un ambiente de trabajo negativo también puede aumentar la rotación y el ausentismo. En el peor de los casos, puede dar lugar a demandas por acoso, discriminación o difamación. Los empleados pueden perder la confianza entre ellos, involucrarse en conflictos y no cumplir con sus responsabilidades. Como resultado, la empresa perderá ingresos y oportunidades potenciales. Es probable que también aumente el número de quejas de los clientes.
La mayoría de las personas han tenido una experiencia laboral negativa en algún momento. Quizás alguien en su equipo difundió rumores sobre un colega o se comportó de manera inapropiada con un nuevo empleado. Como gerente o propietario de un negocio, dentro de tus cualidades, debe estar la responsabilidad abordar estos problemas antes de que se intensifiquen. Estos pequeños problemas pueden acumularse y provocar estrés en el lugar de trabajo, mala colaboración, actitud y disminución de la productividad.
El ostracismo en el lugar de trabajo está asociado con una alta rotación e insatisfacción laboral. A la larga, puede afectar la productividad y la salud mental de los empleados. La intimidación, el acoso y otros comportamientos negativos tienen consecuencias similares.
El agotamiento laboral, un factor que contribuye a la negatividad en el lugar de trabajo, puede causar ansiedad, estrés, depresión y síntomas físicos, como migrañas y dolor muscular. Estos problemas pueden afectar el rendimiento laboral, a convivir en la empresa y dar lugar a resultados laborales adversos. Si ocurren hay que cambiar las dinámicas de trabajo que han conducido a estas situaciones.
Cómo reducir la negatividad en el lugar de trabajo
Google, Facebook, Microsoft y otras marcas exitosas se enfocan en crear ambientes de trabajo positivos. Microsoft, por ejemplo, alienta a sus empleados a asumir riesgos, aceptar el fracaso y aprender de sus errores. La empresa es conocida por su diversa cultura laboral que atrae a los mejores talentos de todo el mundo. Como propietario de una pequeña empresa, puedes tomar medidas pequeñas pero importantes para crear una cultura laboral positiva y evitar la negatividad.
Primero, intenta identificar la causa de la negatividad, ya sean chismes, envidia, estrés o agotamiento laboral. Considera enviar encuestas anónimas a tu equipo y anímalos a hablar. Hazles saber que tu puerta siempre está abierta. Muestra tu personalidad, sé tú mismo, un modelo a seguir, que cumple su palabra y demuestra el tipo de comportamiento que esperas de tu equipo. Trata a todos de manera justa y sé coherente al hacer cumplir las políticas.
Los mejores lugares de trabajo se caracterizan por rasgos como la transparencia, la amabilidad, la inclusión y el juego. Los empleados deben tener la libertad de expresar sus pensamientos y compartir ideas, opiniones o críticas. Además, deben saber qué está pasando en la organización en cada momento.
Lo más importante es fomentar la comunicación y la colaboración. Capacita y educa a tu equipo en lugar de criticarlos. Concéntrate en crear un ambiente de trabajo donde todos se sientan valorados y apoyados. Reconoce los logros de tu equipo y refuerza las declaraciones positivas.
Abstente de dar ultimátums o ser confrontativo. Muchos comportamientos negativos no son intencionales. Como jefe, tienes el poder de corregir tales comportamientos a través de una comunicación abierta y capacitación continua. Por ejemplo, puedes organizar actividades divertidas y eventos de trabajo en equipo para ver cómo se lleva tu equipo e incluso recomendar algún libro que creas que puede fomentar el trabajo en equipo. Anímalos a compartir cómo se sienten acerca de sus trabajos, qué cambiarían y qué necesitan para desempeñarse mejor en el lugar de trabajo.
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