¿Qué causa el conflicto?

 

El conflicto ocurre cuando las necesidades de una persona interfieren con las necesidades de otra y las partes no están de acuerdo sobre cómo satisfacer sus necesidades. Con diferentes personas trabajando en una organización, puede ser difícil evitar conflictos.

El conflicto puede tener consecuencias positivas o negativas tanto en el desempeño individual como en el del equipo. La diferencia depende de tu capacidad para identificar, enfrentar y resolver estos conflictos de manera adecuada. Si aprendes a manejar bien los conflictos, planteando una adecuada estrategia, aumentará su éxito y el éxito de su organización.

 

Respuesta

 

Dedica unos momentos a reflexionar sobre tus etapas en entornos de trabajo anteriores y hazte las siguientes preguntas: ¿Has experimentado conflictos en el lugar de trabajo? Si no, ¿qué factores o comportamientos evitaron que ocurriera el conflicto? Si es así, ¿cómo manejaste el conflicto? ¿Cuál fue el resultado? ¿Cómo se podría haber mejorado la situación?

 

Identificando conflicto

 

Hay muchas razones detrás de los conflictos en el lugar de trabajo:

 

1. Diferentes estilos de comunicación entre compañeros. Las personas se comunican de diferentes maneras. Por ejemplo, una persona con un estilo de comunicación indirecta puede tener problemas para comunicarse con éxito con alguien con un estilo de comunicación directo.

2. Cambio. Las personas a menudo responden negativamente al cambio, especialmente si se sienten amenazadas en la empresa o no preparadas para enfrentarlo con éxito. Esto a veces puede ser una fuente de conflicto.

3. Prejuicio. El lugar de trabajo de hoy está lleno de personas de diferentes etnias, religiones y orientaciones sexuales. Algunas personas rechazan en lugar de aceptar tales diferencias.

4. Metas, expectativas o valores que no coinciden. Este tipo de conflicto suele ser el más difícil de resolver.

 

 Lidiando con el conflicto

 

Muchas personas se sienten incómodas con cualquier tipo de conflicto porque no se sienten preparadas para manejarlo. Para lidiar con los conflictos en el lugar de trabajo, incorporan una variedad de métodos de afrontamiento negativos, que incluyen:

 

  1. Evitación. La creencia de que si ignoras un problema, desaparecerá. 
  2. Aceptación. A veces es más fácil aceptar el problema que chismear y quejarse más tarde. 
  3. Alojamiento. Tratando de complacer a todos y arreglar todo en lugar de tratar directamente con el conflicto. 
  4. Comportamiento combativo. Exhibir un comportamiento mezquino, abusivo y grosero, que es inapropiado y puede volverse violento.

 

El uso de estas dinámicas de afrontamiento afectará negativamente tu desempeño laboral, te distraerá de tus deberes laborales y minará su entusiasmo por el trabajo. Por lo tanto, haz todo lo que puedas para aprender las técnicas adecuadas para enfrentar y resolver los conflictos en el lugar de trabajo.

Enfrentando el conflicto

 

Antes de que puedas resolver un conflicto, debes confrontarlo.

  • Escucha tus pensamientos y sentimientos. Escribe tus sentimientos si es necesario. 
  • Evaluar la situación. Tómate un tiempo para pensar en la situación. Si has dejado que aumente tu nivel de frustración, es posible que tengas una interpretación distorsionada de la situación. 
  • Reconocer lo que está pasando. Recuerda, tu percepción del problema puede diferir de la percepción de otra persona. Si has contribuido negativamente a la situación, reconoce tu comportamiento. 
  • Reserva tiempo para hablar. A menudo es mejor resolver el conflicto el día que sucede. Reserva tiempo para hablar en persona. Las palabras y los sentimientos a menudo se malinterpretan por teléfono y por correo electrónico.

 

Resolviendo conflicto

 

Antes de sentarte a hablar, asegúrate de controlar tus emociones. Si la conversación se vuelve agresiva o demasiado estresante, tómate un descanso o reprográmala para un momento en el que las emociones no controlen la situación.

 

  • Identifica el problema. Expresa sus necesidades de manera respetuosa y honesta, pero ten en cuenta las necesidades de la otra persona involucrada. Comunica el problema sin culpar a la otra persona; evitará enojar a su compañero de trabajo. 
  • Escucha activamente. Dale a otra persona la oportunidad de expresar sus propios pensamientos y sentimientos. Usa tus habilidades de escucha activa, no interrumpas y asegúrate de que tu lenguaje corporal sea relajado, no amenazante. 
  • Explora las soluciones. Como gesto de buena voluntad, se el primero en iniciar algún tipo de resolución. Trata de generar algún tipo de compromiso. Lluvia de ideas sobre posibles opciones. Intenta enumerar los pros y los contras. Debes saber cuándo estar de acuerdo o en desacuerdo. 
  • Responder. Después de haber discutido el tema, no permitas que aumente tu frustración; actúa sobre la solución que tú y tu compañero de trabajo acordasteis. Concéntrate en preservar una relación de trabajo positiva.

 

A veces, el conflicto no se resuelve fácilmente entre dos partes, puede llegar incluso al extrema de interponer una denuncia ante Recursos Humanos. Para resolver tal conflicto, a menudo se necesita una tercera parte imparcial que intervenga, aclare la situación y sugiera posibles soluciones. Habla con tu supervisor antes de que tu conflicto alcance un nivel peligroso. Él o ella puede sugerir llevar el problema a mediación de Recursos Humanos o asistir a un taller de resolución de conflictos, que ayude a tomar decisiones.

 

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